Historiasfuturas. Una novela digital de ciencia ficción.

Historias humanas en mundos del futuro.

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jueves, enero 19, 2006

3.



En un momento en el que Zoe le describía una vulgar estrella de las que se veían cientos sintió un cálido abrazo de mujer que le daba una morena de ojos negros que se le había acercado por detrás con el sigilo de un felino. No tuvo que girarse para saber quien era la dueña de ese cuerpo y de ese abrazo. Su nombre escapó por su boca como un leve suspiro.
-Lisitea.
Zoe calló.
-Sórac. Le respondió al oído en el mismo tono.
Así pasaron unos segundos hasta que Lisitea se separó y Sórac pudo ver aquella espléndida figura mientras se estiraba. Iba vestida con una ligera blusa blanca, casi transparente y con una falda hasta por encima de las rodillas, tan ligera y tan blanca como la blusa. Sórac durante un instante sintió la misma sensación de estar frente al infinito que sintió la primera vez que la vio hacía ya muchos años. El la adoraba y ella lo sabía.
-¿puedo sentarme?
- ¡Claro!
- Hola. Dijo dirigiéndose a Zoe.
- Hola soy Zoe.
- ¡Zoe! Lo tendría que haber supuesto.
- Sórac, tendrías que relacionarte más con la gente y menos con tu kúe.
- No exageres. Sólo me estaba haciendo compañía hasta que decidiera lo que voy ha hacer hoy.
- ¿Y ya lo has decidido?
- No. Quizás vaya ha hacer ejercicio aunque seguramente me quedaré aquí leyendo un rato y después me de un paseo por algún bosque. Pero no hablemos de tonterías, ¿qué te trae por aquí?
- Soy del comité de bienvenida. Seguro que ya sabes que mañana es el gran día.
- ¿Cómo no voy a saberlo? Hace décadas o mejor dicho siglos que no se habla de otra cosa en esta aburrida probeta volante.
Los tres sonrieron.
- ¿No te consideras de una generación privilegiada al poder conocer gente que haya vivido en la Tierra? Preguntó Zoe.
- Realmente lo somos. Sobre todo porque nos va ha ocurrir algo. No importa el qué, pero algo.
- No te das cuenta de lo que tienes. Replicó Lisitea. Siempre he pensado que no te mereces vivir en este mundo. Tenemos cualquier cosa que deseemos para ser felices a cambio de nada. Somos el producto final del trabajo y del sacrificio de miles de personas a lo largo de la historia. Deberías tenerles algún respeto.
- Sé que tienes razón. Lo único que pasa es que me gustaría tener algún objetivo en la vida, algo por lo que luchar.
- ¿Luchar? Serías capaz de destruir este paraíso sólo por aburrimiento.
- Aunque pudiera no lo haría, pero quizás alguien lo intente algún día.
- No le resultará fácil. Interrumpió Zoe como si estuvieran hablando de ella.
- Ya lo sé. Esta gran nave diosa nos envía a sus ángeles de la guarda que son los kúe y nos vigila a través de ellos desde que nacemos.
- No os vigilamos. Somos vuestros esclavos y vuestros mejores amigos, no os podríamos traicionar nunca.
- ¿Nunca? Preguntó Lisitea.
- No sé a que viene esta discusión otra vez. Dijo Zoe intentando cambiar de tema.
- Zoe tiene razón. Esta conversación no lleva a ninguna parte, además, los tres conocemos la respuesta.